19 de enero de 2023

Roberto Parrottino

Para seguir en «modo selección», el equipo de Mascherano buscará la clasificación a Indonesia 2023 con un objetivo a largo plazo: nutrir a la Mayor para 2026.

Como ninguna otra selección de la Asociación del Fútbol Argentina (AFA), la Sub 20 suma seis títulos mundiales, desde Japón 79 con Diego Maradona a Canadá 2007 con el Kun Agüero, pasando por Qatar 95, Malasia 97, Argentina 2001 y Canadá 2007, con Lionel Messi. Las seis estrellas de Argentina lideran en la categoría, seguidas de Brasil, con cinco. Pero antes de poder ir por la séptima, en el Mundial Sub 20 de Indonesia 2023 a disputarse entre mayo y junio, la selección que dirige Javier Mascherano deberá clasificarse en el Sudamericano de Colombia, en el que debutará este sábado con Paraguay. Será el primer torneo de selecciones después de Qatar 2022, el tercer mundial ganado por Argentina en mayores, en el que estrenará la camiseta con tres estrellas en el escudo al menos hasta 2026. Y también un envión para seguir en modo selección. Porque, como sucedió con Thiago Almada y Julián Álvarez en la última edición, la de Chile 2019, hay juveniles que puede que jueguen la próxima Copa del Mundo, en Estados Unidos-Canadá-México 2026. De clasificarse al Mundial Sub 20, por lo pronto, se sumarán los «europibes», con Alejandro Garnacho, el delantero de 18 años, figura en Manchester United, a la cabeza.
El lunes próximo, dos días después del debut con Paraguay, la Sub 20 de Mascherano se enfrentará con el clásico Brasil. Y el 25, con Perú. Y el 27 cerrará su grupo con el local Colombia. Los tres primeros pasarán al hexagonal final, del que saldrán los cuatro clasificados a Indonesia (los tres primeros también accederán a los Juegos Panamericanos, que se celebrarán entre octubre y noviembre en Chile). Nacido en Madrid, de madre argentina, Garnacho no es el único de los «europibes» que se ausentará en el Sudamericano. Como los Sub 20 no son «fecha FIFA», no hay obligatoriedad, y tampoco fueron cedidos Matías Soulé (Juventus), Luka Romero (Lazio) y los hermanos Valentín (Inter) y Franco Carboni (Inter, cedido al Cagliari). Sí, en cambio, Real Madrid liberó a Nicolás Paz, nacido en Tenerife, hijo del exfutbolista Pablo Paz. Y Brighton, a Facundo Buonanotte, que emigró después de 34 partidos en Rosario Central. Paz, Garnacho y Romero encarnan a los juveniles nacidos en el exterior que pueden jugar para su país de nacimiento o la selección argentina, algunos hijos de exfutbolistas, otros de migrantes en busca de un futuro mejor.

De allá y de acá
«El proyecto de juveniles está alineado y el principal objetivo es nutrir a la Mayor. Estamos muy entusiasmados con el liderazgo de Mascherano, que tiene mucha experiencia y vivencias, y al que los chicos escuchan mucho», dice a Acción Bernardo Romeo, coordinador de selecciones juveniles de la AFA, y agrega: «Es una selección con muchos chicos, cualquiera puede jugar, los de acá, los de allá. Por ahí chicos que no han estado en esta lista, estarán en la que viene. Es lo que suele suceder». De «los de acá», los del fútbol argentino, están los que fueron citados: los clubes, a diferencia de otras épocas, cedieron a los juveniles después de que la AFA marcase la directriz, y a pesar de que muchos son titulares en los equipos. Entre los 23 jugadores de la Sub 20 en el Sudamericano, siete ya pasan la treintena de partidos en primera. El mediocampista Gino Infantino suma 57 en Rosario Central. El lateral izquierdo Julián Aude, 52 en Lanús. Completa el podio el extremo Julián Fernández, con 40 en Vélez. Y detrás, el delantero Alejo Véliz (39, Central) y el central Valentín Gómez (38, Vélez).
Vélez (4), Lanús y Rosario Central (3) aportan diez de los 23 juveniles. Además de Julián Fernández y de Valentín Gómez, Vélez suma al mediocampista Máximo Perrone y al delantero Santiago Castro. Manchester City ya acordó un precontrato con Perrone, zurdo y fino mediocampista central, por el que le pagaría los ocho millones de dólares de la cláusula de rescisión a Vélez, donde jugó 33 partidos y hasta fue capitán. No es casualidad que a Mascherano lo acompañe como ayudante de campo Lucas Rodríguez Pagano, quien trabajó en las divisiones inferiores de Lanús y de Vélez. El arquero titular será Federico Gomes Gerth, «el jugador Nº 27» en Qatar, único sparring. Durante los días de concentración en Ezeiza, preparatorios para el Sudamericano, sus compañeros lo volvieron loco con preguntas. Que cuánto pesa la Copa del Mundo, que cómo es Messi. «Fue una de las mejores experiencias de mi vida, pude aprovecharlo al máximo –dijo Gomes Gerth, arquero de Tigre, 18 años, 1.93 m, ejecutante de penales y de tiros libres, desde la Sub 15 en la selección–. Éramos todos muy compañeros. Con el Dibu nos divertíamos, y aprendí mucho de él».
El Sudamericano Sub 20 de Colombia 2023 será, en palabras del propio Mascherano, su «primera prueba importante» después de haber dirigido durante 2022 el torneo de la L’Alcudia (el de la génesis de Lionel Scaloni), el Esperanzas de Toulon y los Juegos Odesur. «La idea es alinear a todas las selecciones juveniles dentro de una metodología, bajo un mismo modelo de juego, siempre consensuado con los entrenadores de cada categoría», dijo Mascherano. Fabricio Coloccini, campeón Sub 20 con la selección en el Mundial de Argentina 2001, dirigirá a Venezuela, donde trabaja con José Pekerman, mentor de cinco de los seis mundiales de Argentina en la categoría. «Vamos a ser los primeros en representar a la selección después de ser campeones del mundo. Cuando entrás a la cancha, se olvida, pero estamos muy contentos. Hacemos un gran esfuerzo para estar. Representar a la selección es un sueño que tenemos todos desde chicos», sostuvo Infantino, el juvenil más experimentado de la Argentina Sub 20. Y cuando dice «desde chicos», se retrotrae a las primeras patadas a una pelota, cuando los niños, y las niñas, se enamoran del fútbol.