12 de septiembre de 2018
Caza. Un oso frente al río, en Yellowstone. (Bleier/AFP/Dachary)
Es sabido que Donald Trump parece no tener mucho respeto por el medio ambiente en general. Por eso liberó la caza de osos grizzli, prohibida desde 1946 en Idaho y desde 1974 en Wyoming, dos estados linderos del famoso Parque Nacional de Yellowstone. Hasta que un juez, Dana Christensen, de la Corte Federal de Montana, bloqueó la cacería, haciéndose eco de reclamos de organizaciones defensoras de la vida silvestre y comunidades indígenas de la región, que lidera la tribu Crow. El caso permanecía abierto ya que los gobiernos locales administraban una caza regulada y proveedores que realizaban safaris presentaron recursos judiciales. «Si la caza continúa, seré feliz de que los osos puedan permanecer bajo la administración estatal», dijo Taylor Engum, de una de esas empresas. «Si la caza no continúa, me decepcionará; entonces Wyoming apelará, y tendremos que presentar nuestro caso en otro tribunal».