Opinión

Juan Carlos Junio

Dirigente cooperativista

Ganar las calles

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Una vez más el 24 de Marzo en la Argentina fue un acontecimiento notable. La defensa de los derechos humanos y la idea de «Memoria, Verdad y Justicia», por acción de las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo y de los organismos del sector en general, ha penetrado en una gran mayoría de la sociedad y goza del apoyo, la simpatía, la valoración positiva de una gran parte de la sociedad, incluso trascendiendo identidades políticas. Este es un valor muy apreciado. No se trata de un sector partidario, sino que es asumido por una amplia franja de la sociedad democrática.
Lo hecho en Argentina en ese sentido tiene un valor excepcional, incluso en términos universales. Los juicios, condenas e investigaciones, la crítica severa a la dictadura, el haber desnudado sus crímenes ha penetrado en la sociedad y es valorado en el mundo. En otros países no se han obtenido logros en este campo como en la Argentina. Y esto tiene mucho que ver con el sentido y la calidad futura de nuestra democracia.
En otros países donde esto no ocurrió, por ejemplo en Brasil o Uruguay, siguen anidando en las Fuerzas Armadas núcleos que continúan sosteniendo ideas dictatoriales y que conservan cierto poder. En Argentina, en cambio, han sido impugnados y condenados.
La marcha hacia Plaza de Mayo una vez más fue multitudinaria y se replicó en plazas de todo el país, con una fuerte presencia juvenil, lo cual ya es un rasgo identitario de estas manifestaciones y significó la reafirmación de la idea simbólica de ganar las calles en relación al tema derechos humanos. Es una cuestión que debiera extenderse a otras temáticas de la vida pública argentina, económica, social y cultural. Es necesario que haya más movilización popular en plazas y calles para que la democracia no sea solo electoral sino que tenga mayor protagonismo social. En este punto, en los últimos tiempos hay una deficiencia. En los próximos meses, con el impulso de este 24 de Marzo, quizás haya una recuperación del fervor político y el pueblo vuelva a ser protagonista.
Por eso se valoran especialmente estas movilizaciones, sobre todo en un momento en el que en el mundo y también en la Argentina vuelve a haber brotes fascistas, autoritarios, excluyentes y antipolíticos que se emparentan con las ideas y doctrinas de la dictadura.
Mientras tanto, siguen estando en la preocupación de la sociedad los temas de inflación, salarios, es decir, la problemática de la vida cotidiana que resulta acuciante. Y también comienzan a hacerse cada vez más presentes los temas vinculados a la inminente campaña electoral, las discusiones y debates por candidaturas en los dos grandes frentes políticos del país. Es previsible que en los próximos dos meses se produzca una fuerte politización de la vida pública argentina.
Habrá tiempo para entrar en esos debates. En tanto, vale destacar el compromiso democrático de la mayoría de la sociedad, su capacidad de movilización para ratificar que en este país no hay espacios para aventureros dictatoriales porque la memoria, la verdad y la justicia han encarnado en el pueblo argentino, tal como se demuestra y reafirma cada 24 de marzo.

Multitud. Como cada año, en el Día de la Memoria por la Verdad y la Justicia, miles de argentinas y argentinos colmaron la Plaza de Mayo.

Foto: Télam

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